Las empresas
modernas ante las cada vez más apremiantes necesidades de información han
requerido de múltiples tipos de auditorías no financieras que avalen los
productos de estos nuevos sistemas de información. Estas auditorías diferentes
de la auditoría financiera tradicional toman el nombre del respectivo sistema de
información examinado. Es así como se conocen auditorías no financieras
denominadas:
Auditoría Administrativa.
Auditoría de Cumplimiento.
Auditoría Operacional.
Auditoría de Gestión.
Auditoría de Actuación.
Auditoría de Economía y Eficiencia.
Auditoría de Programa.
Auditoría Operativa.
Auditoría de Sistemas Informáticos.
Auditoría de Calidad.
Auditoría de Desempeño.
Auditoría Forense.
Este listado no
exhaustivo de estas auditorías diferentes a la auditoría financiera son una
bandera roja de alerta que está indicando que la auditoría tradicional
practicada por los Contadores Públicos se queda corta, pues los usuarios de la
información empresarial requieren de la evaluación de algo más que el sistema de
información financiero.
Al realizar una
auditoría financiera tradicional, el Contador Público evalúa muchas de las áreas
objeto de examen de las auditorías enumeradas anteriormente, pero claro está,
de manera superficial. Por esta razón es deseable que el Contador Público
profundice en el examen de estas áreas y brinde así un servicio profesional
integral en conjunto con la auditoría Financiera.
En el siglo
actual se debe hablar de auditoría integral, que comprende auditoría de control
interno, auditoría de gestión, auditoría de cumplimiento y auditoría financiera,
pero tomadas en conjunto con un enfoque de sistemas, no como la sumatoria simple
de cuatro auditorías. Ninguna es más importante que las otras, ni puede
considerarse la auditoría integral como una extensión de la tradicional
auditoría financiera.
La opinión
profesional del auditor integral versará sobre si el sistema de control interno
es eficiente, si existe un ambiente de control en la empresa, si hay una
adecuada evaluación de riesgos, si existen y se ejecutan actividades de control,
si hay una adecuada información y comunicación sobre el control interno y si
existe un monitoreo sobre el control interno (auditoría de control interno), si
la empresa se administra con eficiencia, eficacia y economicidad, si el recurso
humano es gestionado adecuadamente, si hay adecuada gestión de las recursos
financieros, físicos y de información (auditoría de gestión), si las
operaciones financieras, administrativas, económicas o de otra índole ocurridas
en un ente económico se efectuaron de acuerdo con la normatividad vigente en el
campo laboral, comercial, tributario, del medio ambiente, entre otros, y de
acuerdo con los estatutos y demás reglamentos institucionales, todo encaminado a
la búsqueda de los objetivos propuestos, (auditoría de cumplimiento), si los
estados financieros presentan en forma razonable la situación financiera y el
resultado de sus operaciones de acuerdo a las normas de contabilidad de general
aceptación y se han hecho las revelaciones pertinentes.
La auditoría
integral es un sistema compuesto de cuatro subsistemas, y posee las propiedades
de todo sistema, siendo la principal la sinergia, pues las cuatro auditorías
actuando como sistema producen un mayor efecto que si se consideran en forma
individual. Además, no sobra advertir que el juicio del auditor se produce
considerando la totalidad u holismo, analizando las cuatro auditorías en
conjunto como un todo, pero pro fines metodológicos, en el presente seminario se
ha estructurado con base en las normas de auditoría de general aceptación y por
analogía con el enfoque de las auditorías con las cuales está familiarizado el
contador público.
El Seminario de
Investigación se basará en el libro “Normas y Procedimientos de la Auditoría
Integral” del connotado tratadista Yanel Blanco Luna para obtener así los temas
y subtemas problemáticos a investigar.
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