AUTOR:
MIGUEL HERNÁN SANTANA URREGO
Cali, Septiembre 13 - 16 del 2000.
PRESENTACIÓN
La
Federación de Contadores Públicos conjuntamente con la Asociación de
Contadores Públicos del Valle, realizan el XVIII Simposio de Revisoría
Fiscal, evento al que estamos acostumbrados los profesionales
contables y que nos sirve de marco para discutir los nuevos aspectos
que se han sucedido en el lapso de los dos últimos años, en esta
materia.
Agradezco a los organizadores del evento la invitación a participar en
calidad de ponente y aspiro a compartir con los asistentes, algunas
reflexiones sobre el tema de la auditoría integral y la revisoría
fiscal.
ANTECEDENTES
Y EVOLUCIÓN
Existen varias definiciones de auditoria en las que a través del
tiempo se han mantenido constantes algunos componentes. A este ente se
le consideraba como un supra control, que revisaba, verificaba y
evaluaba la exactitud y confiabilidad de la gestión económica e
información financiera producida por una entidad, a fin de establecer
si se ajustaba a lo establecido por la ley o costumbre. Básicamente
esto es lo que en forma muy sucinta expresa el diccionario de la Real
Academia Española de la Lengua sobre la palabra "AUDITAR" que es una
traducción del inglés "TO AUDITE".
Estos
conceptos, en que se veía al auditor como un inquisidor que busca
errores y culpables; un ser insociable, seco, prepotente y carente de
sensibilidad humana, que hace cambiar a la gente y a las empresas a
unas leyes inmutables e inflexibles cuyos razonamientos en muchas
oportunidades sólo él conocía, y que generaba miedo y terror,
permanecieron sin modificación, durante varias décadas.
Desde
comienzos de los años 90 hasta los albores del siglo XXI, la auditoría
se ha posicionado no sólo como el examen crítico de cifras y bienes
materiales económicos, sino como la relación psicosocial de seres
humanos que aunque falibles, son los que conforman las nuevas
arquitecturas organizacionales de las empresas, que han sufrido
grandes cambios dentro del contexto económico mundial y local.
Las
economías a escala han roto las fronteras y obligado a que se cree una
nueva cultura, la del cambio, que implica más oportunidades externas y
el nacimiento de una nueva conciencia empresarial, que finalmente
halló razón a la visionaria labor del auditor que desde comienzos de
la década de los ochenta modificó tajantemente su posición policiva
por la de evaluador y consultor en ese proceso de cambio, que a la par
con las nuevas oportunidades veía amenazas potenciales y debilidades
al seno de las entidades que hacían ingentes esfuerzos por adaptarse a
ese nuevo entorno.
Es así
como la revisión, verificación y evaluación en torno a la
confiabilidad de la gestión económica e información financiera
producida por una entidad, cambian su connotación simple de si se
ajustan a la ley o costumbre por el de la razonabilidad expresada en
función al alcance y profundidad de las pruebas que un auditor
practique y sobre todo por las sugerencias y recomendaciones que este
formule en sus informes, más que las glosas y errores encontrados.
Se
plantea la auditoria integral, pero aún persiste la imagen del auditor
tradicional que es contratado para encontrar el error y el culpable,
más no la causa del error.
Finalmente el concepto de auditoria integral empieza a tener su
asentamiento, porque las empresas, los gobiernos, los usuarios de la
información y obviamente los auditores ven la necesidad de cambiar las
viejas estructuras de evaluación financiera que generalmente se
realiza en forma esporádica, por una de carácter permanente, con
cobertura total, para lo cual debe utilizar todas las herramientas
existentes de auditoria, ser agente del cambio mediante la evaluación
del control interno, del desempeño, del cumplimiento de normas
legales, de los sistemas, de los aspectos del medio ambiente y de los
estados financieros, en busca del mejoramiento institucional, a través
de sugerencias, instrucciones e informes, y por cuanto es más fácil
evaluar controles que filtran los errores y desviaciones antes o en el
momento en que ello suceda, a descubrirlos en forma posterior.
Al
hablar de integridad se puede mencionar una frase del saber popular
que dice: "Un árbol nunca produce todos sus frutos en una sola rama".
Esto se puede aplicar en lo que toca a la auditoría integral, por
cuanto los exámenes de las empresas no se deben centrar en una sola
área, pero por exigencia de los mismos auditados, este trabajo se
enfocó en la parte financiera, en los resultados a nivel inmediato y a
posteriori o sobre temas exclusivos: tributarios, operativos,
administrativos, de costos, y otros tópicos que vistos en forma
individual por lo general se apartaban de la visión conjunta de la
empresa, y de sus posibles y latentes riesgos potenciales en un
entorno de vertiginosos y constantes cambios.
A la
par con las nuevas tendencias económicas, sociales, políticas,
tecnológicas y de mercadeo, no solo los conceptos tradicionales de los
empresarios e inversionistas cambiaron en cuanto a los nuevos estilos
de gestión y modelos administrativos, sino que ampliaron su corta
visión del real papel del control interno en las organizaciones y
terminaron por reconocer el nuevo rol e imprescindible papel que la
auditoria desempeña actualmente como uno de los agentes garantes en
los procesos de cambio económico.
Uno de
los primeros pasos hacia el nuevo concepto de la auditoria integral,
consistió en el reconocimiento de los empresarios de mejorar y
rediseñar sus conceptos y sistemas de control, como una
responsabilidad al seno de cada organización y de cada uno de los
componentes del recurso humano, para llevar a cabo la implantación de
sistemas continuos de mejoramiento de la calidad en sus procesos
fabriles, de comercialización y/o de servicios ofrecidos en un mercado
cada vez más exigente y competitivo.
El
control, contrariamente a lo que muchos piensan, no nace de la
desconfianza hacia quienes trabajan en una empresa, pero tampoco es
equivalente al termino vigilancia y menos sinónimo de poder, por parte
de quienes deben estructurarlo y mantenerlo.
El
control, a pesar de su importancia, se circunscribe a los
procedimientos que se utilizan para analizar medir y corregir las
desviaciones o deficiencias de función. Vale decir: su finalidad no es
la de diagnóstico, sino la de protección, prevención y corrección.
En su
obra "Introducción a la Revisoría Fiscal", Samuel Alberto Mantilla
define el control como "un conjunto de normas, procedimientos y
técnicas a través de los cuales se mide y corrige el desempeño para
asegurar la consecución de objetivos y metas".
Entonces se puede afirmar que el control, para ser efectivo, requiere
de una buena dosis de retroalimentación, que es otra forma de control,
y a partir de la cual se comparan los resultados entregados por el
sistema, con los planeados, para efectos de determinar las
desviaciones y hacer las correcciones que sean necesarias.
De lo
anterior se puede colegir que la planeación es fundamental para poder
aplicar el control, porque es básicamente el punto de referencia para
medir las desviaciones, si las hay, y sugerir las correcciones, en
busca de una buena calidad en la administración, que es otro de los
pilares del control, ya que las falencias de esta, se evidencian en el
control que se le aplique a la gestión.
El
control es piedra angular en cualquiera de los modelos evaluativos,
por cuanto tiene vida propia, y una sana administración se evitaría
problemas si hiciera uso de él en procura de los objetivos y metas.
Retomando el concepto de Auditoría que se tenía por parte del
conglomerado empresarial y de la misma profesión Contable, se puede
afirmar que era la revisión y exploración crítica que ejecutaba un
Contador Publico de los controles internos básicos, de los libros de
contabilidad y de los estados financieros de una empresa o ente
económico antes de expresar una opinión sobre su confiabilidad.
Para
desarrollar esa labor se necesitaba un profesional enmarcado dentro de
algunos aspectos del control con buenos conocimientos de finanzas y
con independencia para poder opinar sobre las situaciones encontradas,
las cuales trascendían a los estamentos superiores y a algunas
entidades del Estado.
Lo
anterior nos muestra como el trabajo se circunscribe básicamente a
algunos aspectos de la empresa, pero la cobertura no era de gran
importancia dado que el entorno, la gestión, el cumplimiento de
normas, el medio ambiente, no eran tenidos en cuenta.
Fue
así como por dedicarse a un solo punto dejando de lado áreas
importantes, la Auditoría tradicional empezó a tener tropiezos y los
empresarios no veían valor agregado en ella y además muchas empresas
empezaron a entrar en crisis lo cual agravó la situación de la
auditoría porque se le ha responsabilizado en gran parte de ella.
Como
respuesta a lo anterior se inició un proceso de cambio en el que
indiscutiblemente han incidido la globalización e internacionalización
de la economía que ha roto con todas las fronteras comerciales, el
avance de las comunicaciones, que ha llevado a muchas empresas a ser
de carácter virtual, el determinar que el recurso humano es un activo
muy importante en el desarrollo de las instituciones y al que se le
debe prestar especial atención, la incidencia que las empresas tienen
en la degradación del medio ambiente y la ubicación de éstas dentro de
la comunidad, que la hacen parte de ella, por lo cual debe existir
armonización para un mejor vivir. Además, todos hacemos parte de un
Estado y en la medida que lo fortalezcamos, los beneficios van a ser
redistribuidos equitativamente y seguramente saldrán favorecidas las
clases desposeídas por lo que se debe procurar que las obligaciones
con él, sean cumplidas cabalmente.
Con
los conceptos enunciados, la auditoría empezó a tener un vuelco porque
nacieron otros factores que en su evaluación debía tener en cuenta, y
es así como se empezó a hablar de auditoría integral, que debe ejercer
una labor de cobertura total, nacida de un proceso continuo que se
inicia desde el origen de la operación, se mantiene durante su
desarrollo y termina con su fenecimiento; el resultado obtenido, que
se evidencia a través de la contabilidad y la información generada por
ésta, son la base para la evaluación de los resultados y su incidencia
hacia el futuro.
Resumiendo: el paso que se está dando, al pasar de la auditoría
financiera, o tradicional, a la auditoría integral, está sintonizando
a los entes económicos y al profesional contable con la realidad que
se vive en los diferentes países, por cuanto a pesar de que las
empresas en un buen número están ubicadas en el sector privado, no
implica que no haya obligaciones con la comunidad, tal como se
mencionó en otro acápite, puesto que aspectos como el medio ambiente,
los impuestos, el talento humano, la información financiera, entre
otros, y en los cuales están subsumidas todas las instituciones,
requieren para la evaluación de los aspectos mencionados, de
profesionales comprometidos con su disciplina, con su comunidad, con
su formación, que no necesariamente realicen su trabajo en forma
unipersonal, si no a partir de equipos de trabajo, en donde él será el
líder, apoyado muy seguramente por profesionales de otras
características, quienes le colaborarán en los aspectos de su
especialidad, para efectos de cumplir con su misión de dar fe pública.
Uno de
los aspectos esenciales que deben guiar el trabajo de los
profesionales contables, es el referente a la ética profesional,
porque es partir de ella que toda labor realizada dentro de sus
causes, tendrá garantía de que se ha realizado dentro de unos
principios de sano ejercicio profesional.
La
Federación Internacional de Contadores (IFAC) ha impartido los
siguientes principios, que todo contador debe tener en cuenta, para el
ejercicio de sus labores profesionales y que se presentan en este
caso, porque se está hablando de Auditoría Integral, que en Colombia,
no está reglamentada, pero sí en otros países:
-
independencia
-
integridad
-
objetividad
-
competencia
profesional y debido cuidado
-
confidencialidad
-
comportamiento
profesional
-
aplicación de
normas o estándares técnicos
·
INDEPENDENCIA:
Se refiere a la actitud mental que debe tener quién ejerza esta
disciplina, para que sus actos profesionales estén libres de
impedimentos, personales, profesionales o económicos, que limiten su
imparcialidad con respecto a su juicio profesional.
·
INTEGRIDAD:
Se refiere a la rectitud que debe tener quien ejerza esta disciplina,
en todos los actos profesionales que tenga a su consideración, con lo
cual se garantiza la honestidad y sinceridad en la realización de sus
labores.
·
OBJETIVIDAD:
Se refiere a la imparcialidad que debe tener quien
ejerza esta disciplina, sobre todo en lo atinente a la emisión del
juicio profesional que deberá estar sustentado en evidencias y en la
conciencia profesional.
·
COMPETENCIA
PROFESIONAL Y DEBIDO CUIDADO:
cuando quien ejerza esta disciplina, se haga cargo de
un trabajo, lo hace bajo el pleno convencimiento de su nivel de
competencia, para lo cual contará con la debida capacidad e idoneidad,
al igual que la de su equipo de trabajo, lo que exigirá permanente
entrenamiento y estudios adecuados para que sus clientes y usuarios de
la información tengan la seguridad de la idoneidad de los resultados.
·
CONFIDENCIALIDAD:
cuando quien ejerza esta disciplina, se haga cargo de
un trabajo, se compromete, al igual que lo debe hacer su equipo de
trabajo, a que toda la información que obtenga respecto de su cliente,
no deberá revelarla a terceros, sin la debida autorización, a no ser
que medie orden judicial.
·
COMPORTAMIENTO
PROFESIONAL:
cuando quien ejerza esta disciplina, se haga cargo de
un trabajo, debe tener especial cuidado de mantener un comportamiento
profesional acorde con los principios éticos que rigen la profesión
del Contador Público, enmarcando sus actuaciones dentro de las
funciones propias de su cargo.
·
APLICACIÓN DE NORMAS
O ESTÁNDARES TÉCNICO:
Quien ejerza la Auditoría Integral deberá regirse por las normas que
para estos efectos, haya expedido el país y en caso de no tenerlas,
deberá aplicar las normas internacionales de auditoría.
Otro
de los grandes pasos dados en esta evolución, fue la de reconocer el
nuevo papel del auditor, como la del asesor y consultor en el diseño
implementación y montaje de las nuevas arquitecturas empresariales,
pero la mayor evolución se da en torno a auditoría integral, quien
debe abocar los retos de garantizar a los diferentes usuarios internos
y externos de la empresa, no solamente que la información financiera
producida por esta sea confiable, sino que las entidades minimicen los
riesgos y puedan cumplir sus metas y objetivos propuestos, en forma
eficiente.
La
información "no financiera" cobra mayor importancia y se puede decir
que sus apreciaciones, juicios, conceptos, sugerencias,
recomendaciones e instrucciones se presentan casi en línea con los
hechos y en oportunidades en forma apriorística, la auditoría integral
retroalimenta y entrega un valor agregado a todo el proceso de gestión
y toma de decisiones, de la cual se sustrae conservando su
independencia pero convirtiéndose en un permanente evaluador, en el
juez que debe dirimir conflictos, obrando como un educador, un líder
que motiva las acciones, siempre enmarcado en un sano criterio de
neutralidad.
En
varias ocasiones se ha tocado lo pertinente al valor agregado, que
debe tener el trabajo del auditor integral, pero no se ha hecho un
pare, para analizar que es lo que se debe entender por ello.
El
valor agregado se refiere a que todo trabajo que emprenda un auditor
integral, lo debe realizar al amparo de las más estrictas medidas de
calidad profesional, imprimiéndole un sello de garantía a los
resultados y de consistencia a las diferentes áreas evaluadas, con lo
cual la información que se entrega, va a ser de utilidad a los
diferentes usuarios y además, le va a permitir al profesional, que esa
misma calidad le facilite ubicar sus honorarios en un importante
nivel.
Las
recomendaciones que se entreguen, como parte de los informes, deben de
tener la calidad que se comentaba anteriormente, porque su aplicación
debe incidir en la mejora de la eficiencia, la eficacia, la economía y
el medio ambiente, entre otros aspectos.
Según
la Fundación Canadiense para la Auditoría Integral, "eficacia"
significa que se han logrado los objetivos y "eficiencia" que los
objetivos se alcanzaron utilizando los menores recursos posibles.
Entonces, un ente económico eficiente, es necesariamente efectivo y
para poder ser eficiente debió minimizar los recursos.
RIESGOS
El
ambiente cambiante que se está presentando en el mundo, pero
especialmente en nuestro país, que afecta a la comunidad, a las
empresas y por ende a los negocios, nacido de la velocidad con que se
modifica la tecnología, de la inseguridad en el orden público, de lo
cambiante en el orden jurídico, especialmente en los aspectos
tributario, laboral, comercial tanto interno como externo, presentan a
nuestra economía y por ende los mercados, como de considerable riesgo.
Este factor es esencial al momento de planear una auditoría integral
por cuanto en la medida que se identifiquen el mayor número de riegos
ciertos, la planeación, los resultados y obviamente el valor agregado,
se verán beneficiados.
Se
tilda a la auditoría de realizar su trabajo con base en hechos pasados
y de presentar en sus informes recomendaciones sobre situaciones que
se sucedieron, pero sobre las que ya no hay nada que hacer. Es por lo
ello que la auditoría integral debe direccionar su acción hacia el
futuro, buscando en los riesgos otra forma de trabajo por cuanto una
parte del examen se enfocará a analizar como la administración
enfrenta los riesgos y como procura disminuirlos.
Los
riesgos (entendidos como todo aquello que puede impactar favorable o
desfavorablemente un ente económico), se pueden categorizar en dos
grupos: los que tienen que ver con el entorno, en el que se incluyen
las leyes del mercado, las oportunidades de negocios, la devaluación,
la inflación entre otros aspectos y los que tienen que ver con el
funcionamiento del ente económico en lo que se relaciona con las
decisiones, y los procesos identificados dentro de las actividades
propias del objeto social, como la facturación, las compras, el
enganche de personal, el proceso contable etc. .
NORMATIVIDAD
Este
ha sido uno de los aspectos que ha generado polémica, por cuanto hay
quienes comentan que no existen unas normas que rijan la auditoría
integral, como el caso de Jorge Voss quién afirma que "no
es posible realizar una auditoría con el fin de emitir un informe a
terceros sin tener normas o parámetros de referencia. Es necesario la
existencia de criterios apropiados, relevantes y convenidos, sobre los
cuales basar los exámenes y opiniones resultantes de los auditores. En
ausencia de tales criterios, los auditores no podrían formular
conclusiones que un tercero aceptaría como objetivas y los informes
resultantes podrían ser considerados parciales muy subjetivos."
Cuando
se hizo referencia a los aspectos éticos que se debían tener en cuenta
para efectos del ejercicio profesional, en el punto de aplicación de
normas y estándares técnicos, se comentó que en defecto de normas
propias de cada país, se deben aplicar las normas internacionales de
auditoría.
En el
caso Colombiano, la ley 43 de 1.990, en su artículo séptimo determina
las normas de auditoría generalmente aceptadas y hace referencia a las
personales, las relativas a la ejecución del trabajo y a las de
rendición de informes, que son las que en principio se deben tener en
cuenta. Sin embargo, Jaime Hernandez, en sendos trabajos presentados
en Lima y en San Juan de Puerto Rico afirma que los principios que se
deben cumplir con estricta rigurosidad, son los siguientes:
Permanencia.
Este principio de auditoría integral determina que la
labor debe ser de tal forma continua, que permita una supervisión
constante sobre las operaciones en todas sus fases, desde su
nacimiento hasta su culminación, ejerciendo un control previo o exante,
perceptivo o concomitante, y posterior o expofacto, por ello incluye
la inspección y constatación de todo el proceso decisional generador
de actividades."
Oportunidad.
Este principio determina que las labores que se llevan
a cabo deben ser eficientes en términos de evitar el daño, por lo que
la verificación y constatación de los hechos deben ser anteriores al
suceso de los mismos, con el fin de poder efectuar correcciones de las
desviaciones con respecto de los parámetros preestablecidos, lo cual
evitará la incurrencia de costos en términos dinerarios o de recursos.
Este principio por lo tanto genera una acción de prevención como valor
agregado de la auditoría.
Integralidad.
Este
principio de auditoría integral determina que las tareas deben cubrir
en forma integral todas las operaciones, áreas, bienes, funciones y
demás aspectos consustanciales al ente económico, incluido su entorno.
Esta norma contempla al ente económico como un todo compuesto por sus
bienes, recursos, operaciones, resultados, etc.
Certificación.
Este principio de auditoría integral determina que, por residir la
responsabilidad exclusivamente, en cabeza de contadores públicos, los
informes y documentos suscritos por el auditor tienen la calidad de
certeza, es decir tienen el sello de la fe pública, de la refrendación
de los hechos y de la atestación. Se entiende como fe pública el
asentimiento o aceptación de lo dicho por aquellos que tienen una
investidura para atestar, cuyas manifestaciones están revestidas de
verdad y certeza."
COMPONENTES DE LA AUDITORIA
INTEGRAL
La
auditoría integral no se puede catalogar como una sumatoria de
auditorías individuales, o una extensión de la financiera por cuanto
para el juicio profesional, se deben analizar en su conjunto, viéndola
como un todo, a pesar de que el enfoque del trabajo deba hacerse por
áreas, siempre estarán interelacionadas, sin que prime importancia
especial por alguna
Como
se ha venido comentando, las auditorías que se deben llevar a cabo
dentro de la auditoría integral, son las siguientes:
-
De
control interno
-
De gestión
-
De cumplimiento
-
Financiera
·
Auditoría del control interno:
A través de ella se evalúa y se entrega una opinión a cerca de si el
sistema es eficiente, confiable y cumple con la normatividad
aplicable.
El
control interno es un proceso en el que están involucrados la junta
directiva, el comité de gerencia y todos los componentes de la planta
de personal, a través del cual se busca seguridad razonable, en busca
de eficiencia en las operaciones de la empresa, confianza en todos los
componentes de la información financiera y cumplimiento de todos los
aspectos legales.
El
sistema de control interno que haya acogido un ente, en la medida que
sea aplicado en la forma y tiempo preestablecido puede brindar
seguridad razonable, pero para ello es menester tener en cuenta los
siguientes aspectos:
·
Ambiente de control
-
Evaluación de
riesgos
-
Actividades de
control
-
Información y
comunicación
-
Supervisión y
seguimiento
Para
llevar a efecto todos los puntos listados, se necesita compromiso
institucional, que cobija desde el presidente del mas alto órgano de
administración, pasando por el representante legal y colaboradores
cercanos, hasta el mas humilde de los cargos
·
Auditoría de gestión:
A través de ella se evalúa la eficiencia de la administración en la
consecución de los objetivos propuestos y en el manejo de los
recursos, para determinar si se cumplió con las obligaciones y
atribuciones encomendadas en forma efectiva, económica y oportuna.
Para
llevar a efecto esta área, el programa de trabajo debe contener los
siguientes aspectos, para lo cual se requiere tener presente la
particularidad del ente económico que se analiza en cuanto al objeto
social, el alcance territorial, el alcance poblacional, los recursos
disponibles etc.:
·
Evaluación de la gestión general de la empresa
-
Evaluación de la
gestión del recurso humano
-
Evaluación de la
gestión de los aspectos financieros
-
Evaluación de la
gestión de los aspectos administrativos
-
Evaluación de la
gestión de los aspectos comerciales y de producción
·
Auditoría de cumplimiento:
A través de ella se evalúa si las operaciones
financieras, administrativas, económicas o de otra índole ocurridas en
un ente económico se efectuaron de acuerdo con la normatividad vigente
en el campo laboral, comercial, tributario, del medio ambiente, entre
otros, y de acuerdo con los estatutos y demás reglamentos
institucionales, todo encaminado a la búsqueda de los objetivos
propuestos.
·
Auditoría Financiera:
A través de ella se evalúan los estados financieros, con el objetivo
de determinar su razonabilidad o certeza razonable, que se hayan
preparado de acuerdo con las normas de contabilidad y se hayan hecho
las revelaciones pertinentes.
El
alcance de esta auditoría debe ir hasta la evaluación de los
documentos que soportan las transacciones y se registran en la
contabilidad, representan, con certeza razonable, las operaciones
efectuadas en todas las áreas del ente económico.
EVIDENCIA
Como
en todos los trabajos evaluativos, la auditoría integral debe tener su
basamento en las evidencias, que le permiten sustentar al auditor sus
opiniones profesionales, de conformidad a las normas pertinentes, por
lo cual estas, deben tener carácter incontrovertible.
La
evidencia debe cubrir en forma adecuada cada parte del ciclo que se
evalúa, lo que permite darle solidez a las opiniones y al dictamen que
se genera, en busca de la confianza que deben despertar todos los
juicios emitidos por el auditor integral.
La
evidencia se clasifica de la siguiente forma:
·
Física:
Se refiere a la inspección directa que se hace de los bienes, sucesos
actividades y que puede presentarse por medio de fotografías,
gráficos, cuadros, muestras o memorandos.
·
Documental:
Corresponde a los escritos que ilustran cualquier hecho o
circunstancia sucedido en el ente económico y que pueden darse bajo la
forma de contratos, facturas, nóminas, cartas, registros etc., al
igual que la información contenida en medios magnéticos y videos.
·
Testimonial:
Es la declaración que se obtiene de otras personas y que
preferencialmente debe quedar contenida en un documento.
·
g
Se refiere a los exámenes, razonamientos descomposiciones, cálculos,
comparaciones que se hace de la información, para efectos de una mejor
comprensión.
INFORMES
El
auditor integral, con base en las evaluaciones que realice, debe
presentar informes a través de medios comunicables, bien sea escrito,
por medio magnéticos o de otro orden, pero que tenga validez en cuanto
a la intención de informar, en los cuales explique la labor
desarrollada y los resultados obtenidos.
Los
informes pueden tener la siguiente periodicidad:
·
Eventuales:
se presentan en el momento que se dé la situación que se quiera
comentar y generalmente contienen información sobre irregularidades,
errores o hechos que se deban poner en conocimiento de la
administración, de la junta directiva o su equivalente o de las
autoridades pertinentes.
·
Intermedios o parciales:
su contenido deberá estar de acuerdo con la importancia que el auditor
integral le dé a los temas que se deban informar, pero es necesario
que se den cuando haya que opinar con relación a los estados
financieros de corte intermedio.
·
Anuales:
que debe contener el dictamen respectivo y su opinión a cerca de los
resultados de la evaluación del ente económico, en el que están
incluidos los estados financieros de cierre de ejercicio, bajo la
responsabilidad de la administración, acompañados de un informe de la
gestión desarrollada. Este informe debe incluir comentarios sobre los
siguientes aspectos:
1.
Sobre los estados financieros
-
Sobre el control
del ente económico
-
Sobre el entorno
que rodea al ente económico, sus riesgos, si el ente se encuentra
estructurado para afrontar la competencia, neutralizar los riesgos y
aprovechar las oportunidades.
-
Sobre el
cumplimiento de las normas tanto externas – leyes, decretos,
circulares, etc.–, como internas – estatutos, acuerdos, circulares,
memorandos, etc.–.
-
Sobre la gestión y
desempeño de los administradores
-
Sobre los procesos
operacionales
-
Sobre los demás
hallazgos obtenidos, que deban revelarse.
-
Como se
desarrollaron las funciones de la auditoría integral.
REVISORÍA FISCAL
De
acuerdo con lo preceptuado en la disposición profesional No. 6,
emanada del consejo Técnico de la Contaduría Pública, al definirla y
plantear sus objetivos, comenta:
1.
"La revisoría fiscal es un órgano de
fiscalización que, en interés de la comunidad, bajo la dirección y
responsabilidad del revisor fiscal y con sujeción a las normas de
auditoría generalmente aceptadas, le corresponde dictaminar los
estados financieros y revisar y evaluar sistemáticamente los
componentes y elementos que integran el control interno, en forma
oportuna e independiente en los términos que señala la ley, los
estatutos y los pronunciamientos profesionales.
-
De conformidad con
el artículo 207 del Código de Comercio, la revisoría fiscal tiene
como objetivos: el examen de la información financiera del ente a
fin de expresar una opinión profesional independiente sobre los
estados financieros y la evaluación y supervisión de los sistemas de
control, con el propósito de que estos permitan:
·
El cumplimiento de la normatividad del ente.
·
El funcionamiento normal de las operaciones sociales
·
La protección de los bienes y valores de propiedad de
la sociedad y los que tenga en custodia a cualquier título.
·
La regularidad del sistema contable.
-
La eficiencia en
el cumplimiento del objeto social.
-
La emisión
adecuada y oportuna de certificaciones e informes.
-
La confianza de
los informes que se suministran a los organismos encargados del
control y vigilancia del ente.
3.
Para cumplir con las funciones legales
el revisor fiscal debe aplicar una auditoría integral con los
siguientes objetivos:
·
Determinar si a juicio del revisor fiscal, los estados
financieros del ente se presentan de acuerdo con las normas de
contabilidad de general aceptación en Colombia – auditoría financiera.
-
Determinar si el
ente ha cumplido con las disposiciones legales que le sean
aplicables en el desarrollo de sus operaciones – auditoría de
cumplimiento.
-
Evaluar el grado
de eficiencia y eficacia en el logro de los objetivos previstos por
el ente y el grado de eficiencia y eficacia con que se han manejado
los recursos disponibles – auditoría de gestión.
·
Evaluar el sistema de control interno del ente para
conceptuar sobre lo adecuado del mismo – auditoría de control
interno."
La
revisoría fiscal, como se puede determinar, tiene la misma esencia de
lo que se ha venido comentando en cuanto a la auditoría integral, solo
que nuestra figura, nació hacia la década del treinta a través de la
ley 73 de 1.935 y le fue asignada como función privativa de los
contadores públicos, mediante el decreto No. 2373 de 1.956 y
posteriormente a través de la ley 145 de 1.960. Además, el Código de
Comercio fue expedido mediante el decreto No. 410 de 1971 y como ya se
comentó anteriormente, le asignó funciones a los revisores fiscales
por medio del artículo 207 y ellas no son mas que la realización de la
auditoría integral.
Se ha
tenido siempre un buen concepto de quienes ejercen la revisoría
fiscal, porque se piensa, y así debe ser, que quienes la ejercen son
personas idóneas, honestas, íntegras y responsables, a quienes los
inversionistas les dan toda su confianza para que los representen en
la empresa, al igual que lo hacen con la comunidad y el Estado –
confianza pública –, para que a través del cumplimiento de sus
funciones informe con alguna frecuencia como ha sido el manejo de la
institución, como ha estado la implantación y desarrollo del control
interno, sí se ha cumplido con la normatividad externa e interna y si
los estados financieros reflejan razonablemente la situación
financiera del ente económico.
CONCLUSIONES
Si se
analiza lo comentado para efectos de hacer algunas reflexiones, vemos
como está quedando sin piso lo referente a las auditorías
tradicionales, por cuanto han venido perdiendo su importancia por la
fragmentación, por su poca cobertura, y por lo bajo de los resultados
obtenidos en cuanto al empeño que despierta en la administración.
El
modelo de auditoría integral se desarrollará en gran medida por la
necesidad de los usuarios de la información de tener resultados
amplios, de cobertura total y en el que los auditores participan en
forma permanente en el desarrollo de sus labores, dando seguridad
razonable a toda los informes que se entregan y haciéndose acreedores
a la confianza pública, que es la razón de ser de los contadores
públicos, únicos profesionales que pueden dar fe pública, de los
hechos económicos de las empresas.
Es por
esa responsabilidad que asiste a los contadores públicos que están
llamados a tomar con el mayor esmero su tarea porque no tengo dudas
que el contador a través de su trabajo como auditor integral o como
revisor fiscal, pueden y deben ser los agentes principales de un plan
en busca de la transparencia en el que prime un ambiente ético que
privilegie la delicadeza y las mas altas pautas de honestidad.
No
cabe la menor duda que los contadores públicos deben esmerarse por su
permanente actualización y las universidades por formar profesionales
que estén en capacidad de competir internacionalmente, para lo cual
las reglas del juego se dan exigiendo además de la formación técnica,
humanista, tecnológica, la del control, la de un segundo idioma que le
permita informarse e informar en forma mas adecuada, sin dejar de lado
su compromiso con la comunidad, con el Estado, con las empresas a las
que preste sus servicios y en general, con los usuarios de la
información.
Referente a la formación en los aspectos del control, se hace
necesario que las instituciones de educación superior, tengan
reformulación curricular por cuanto se hace indispensable que los
directivos, docentes y estudiantes, tomen conciencia de que el
producto final que se entrega a la sociedad, debe ser un profesional
comprometido consigo mismo, con la comunidad, con el Estado, por
cuanto la labor que va a desarrollar en el ejercicio de sus tareas, va
a ser de hondo calado social y de beneficio general dejando la
satisfacción de poder cumplir con el país.
Como
se manifiesta en el título de esta ponencia, la auditoría integral, es
sinónimo de revisoría fiscal y es a partir de cumplir con las
funciones que le son propias, como vamos a defender nuestra figura
criolla, a la que hemos denominado la magistratura de la contaduría
pública y que por el hecho de ser originaria de Colombia, algunas
entidades y algunas personas, vinculadas inclusive con nuestra
disciplina y seguramente con intereses lejanos a los que abrigamos
quienes la defendemos, quieren hacerla aparecer como poco creíble y
sin futuro. Adelante con la defensa de la Revisoría Fiscal.
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