I CONGRESO DE
TITULO DEL TRABAJO
ESTUDIO
DEL
FENÓMENO
ECONÓMICO “COSTO”
Autor
Marcelino
Figueira
SOCIO EXTERNO IAPUCO Nº 1
FORTÍN
MELINCUÉ 3855 – (C1417FHS) BUENOS AIRES
REPÚBLICA ARGENTINA
TELÉFONO 54 11 4501 0636
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Exposición en
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ESTUDIO DEL
FENÓMENO ECONÓMICO “COSTO”
Persuadido de que toda disciplina del saber humano se perfecciona acumulando ideas en un continuo proceso revisionista y cuidando, como investigador de origen empírico, no hacer de la teoría un fin en si misma, por el contrario, considerando que la aplicación es el destino, encaro el estudio del fenómeno económico “costo”.
La razón de ser de
Utilizo como método la experimentación intelectual, desarrollando un modelo con la definición de Economía válido para convalidar cualquier fenómeno con tal carácter científico. Con esta herramienta analizo el “costo” emitiendo una definición con toda la subjetividad de quien luego de meditarlo profundamente se pronuncia absolutamente convencido. La esencia del costo es dar, emplear, colocar, bienes o servicios, que técnicamente denominamos recursos, constituyendo cada uno en sí mismo, un costo que reconoce como origen un acto económico de inversión. Es el costo el concepto que materializa los recursos empleados a efectos de su conocimiento en particular y en general para informar sobre la evolución de la riqueza. El objeto del costo, caracterizado como la riqueza buscada, es la causa por la cual el agente económico invierte sus recursos productivos. El costo existe porque hay un objeto que lo justifica. En el gasto el acto económico tiene por naturaleza el consumo y no la inversión.
Existen ciertas afirmaciones en la jerga de los especialistas que veo la necesidad de aclarar fundadamente:
Bajo la denominación “relatividad del costo” se dice que no existe un único “concepto de costo”, no creo que esto sea cierto, se confunde el “concepto de costo” con la “determinación del costo total”.
Costo son los recursos productivos empleados que intrínsecamente se integran con dos componentes, uno físico, porción de factor que ha sido utilizado, y otro monetario, indicativo del valor económico.
En
todo proceso productivo se presentan una serie de relaciones entre insumos y productos y por ellas, ciertas disciplinas asumen para sí el
concepto de costo técnico cuando la realidad demuestra que el concepto
de costo es propio de
Los costos siempre son explícitos, no tienen el carácter de interés los adjudicados al capital propio.
Desde que Lucas Pacioli en 1494 expusiera los rudimentos de la técnica contable el concepto de costo se basó en las siguientes ideas que aún perduran:
- Precio de costo, valor de costo o valor histórico
- Sacrificio o esfuerzo económico (Escuela clásica)
- Valor subjetivo (Neoclásicos, Escuela psicológica austriaca)
- Costo alternativo o de oportunidad (Contemporáneo)
Realizo en cada caso un análisis critico para defender el propuesto “costo objeto de inversión”.
Costo: son los recursos productivos empleados por parte de un agente económico en el desarrollo de su actividad, con el fin de incorporar nuevos recursos que racionalmente le proporcionarán beneficio.
Un comentario que suele escucharse en boca de los alumnos es –para qué me aburren con teoría que no entiendo, si yo lo que necesito es conocimiento práctico. Los estudiantes no carecen de razón cuando los investigadores hacen de su labor un fin en sí mismo olvidando el origen empírico y desconociendo que la aplicación es el destino. No es menos cierto que Economistas y Contables a menudo olvidan la teoría y arbitran soluciones circunstanciales cediendo a la presión de intereses creados. En materia contable la verdad teórica es el sustento natural, a veces escondido en un rincón de la mente, que permite en la práctica el éxito técnico.
A efectos de una cabal interpretación terminológica he aquí una respuesta primaria al interrogante ¿qué es costos? :
Costos es una especialidad contable relacionada con la gestión de los entes que tiene como razón de ser al costo.
Costo es un fenómeno económico relacionado con la
evolución del patrimonio de un
agente. Su plural es Costos
y en España se lo conoce como Coste.
Esto que parece un juego de palabras es de rico contenido conceptual
y constituye un verdadero desafío desentrañarlo en el marco de
Con idéntico propósito, el de definir términos, distingo qué se entiende por teoría en el ámbito de los costos. Teoría, conforme al diccionario, es conocimiento independiente de toda aplicación, integrado por una serie de leyes que sirven para relacionar determinado orden de fenómenos y constituye la hipótesis cuyas consecuencias se aplican a toda una ciencia o a una parte muy importante de ella. Puede componerse una síntesis conceptual a partir de las palabras dichas por Oscar Osorio en oportunidad del III Congreso Internacional de Costos: Son teorías los conjuntos ordenados de ideas o proposiciones.[1]
En círculos académicos se reconoce convencionalmente que,
Teoría General de Costos es el conjunto de preceptos técnicos relacionados con la disciplina Costos.
A esto mismo se lo suele denominar “Teoría General del Costo” incorrectamente, pues costo es un fenómeno económico como quedó expresado precedentemente, mientras que Costos constituye una disciplina dentro del campo del conocimiento humano, es una especialidad técnica.
Por otra parte,
Teoría del Costo es el conjunto de enunciados científicos referidos al costo como fenómeno económico relacionado con la evolución del patrimonio de un ente.
Además de distinguir entre “fenómeno económico” y “disciplina del conocimiento humano” hay que comprender la diferencia conceptual habida entre “enunciados científicos” y “preceptos técnicos”.
La ciencia nos provee
“conocimiento conceptual” a través de verdades encadenadas
metódicamente, sus enunciados
se expresan como axiomas, leyes, postulados, principios. En tanto la técnica nos prepara para
“hacer algo” mediante preceptos
que brinda en forma de reglas, normas, procedimientos. En teoría
del costo se estudia el costo
como un fenómeno en sí mismo dentro del ámbito de la
ciencia,
Asigno al costo la cualidad de fenómeno, no precisamente por considerarlo algo extraordinario y sorprendente, aunque su estudio para mi sí lo sea, sino por interpretar que constituye una manifestación del orden intelectual, más exactamente del económico, aunque otras disciplinas se hayan apropiado del concepto definiéndolo conforme a sus propios puntos de vista.
El costo es un fenómeno económico por haber surgido del entendimiento del ser humano, quien comprendió que su subsistencia estaba sujeta a la acción voluntaria de emplear sus escasos recursos para obtener otros que racionalmente satisficieran sus necesidades.
Es un fenómeno porque emerge de la aptitud racional para ejecutar propia del humano y económico pues se refiere a la aplicación de recursos escasos.
Considero que el “costo”
es propio de
Para desentrañar la naturaleza de un fenómeno
económico como el costo, es
necesario explicitar el concepto que de Economía se tiene.
0 existe un sujeto, las personas y la sociedad,
0 cuyos actos tienen por propósito elegir el
empleo,
0 de un objeto constituido por los recursos productivos
escasos,
0 desarrollando una
actividad orientada a producir bienes y
distribuirlos,
0 con el fin de atender el consumo de las personas y grupos de la sociedad.
1 Sujetos o agentes:
A. La persona: El ser
humano considerado en sí mismo.
B. La sociedad: El conjunto de
organizaciones que conviven en comunidad.
B.1. La familia:
Grupo primario basado en una relación afectiva.
B.2. La empresa:
Grupo secundario dedicado a los negocios.
B.3. La
asociación:
Grupo secundario sin fin de lucro como objetivo principal.
B.4. El estado:
Grupo secundario que gobierna a la sociedad.
Los grupos primarios están integrados por personas, mientras que los grupos secundarios se conforman con personas y/o grupos primarios.
1 Objeto o materia:
Está constituido por los recursos
productivos disponibles y comprende tanto a los bienes, derechos,
trabajo, como a cualquier otro elemento capaz de satisfacer las necesidades
humanas. Según el diccionario recursos “son bienes, medios de
subsistencia”. En concordancia, para
1 Actividad:
Es el conjunto de tareas o acciones propias de una persona o entidad, llevadas a cabo manualmente y/o con el auxilio de aparatos. Sin trabajo humano no hay subsistencia. La actividad es una especie de célula que se suma a otras para conformar otra de rango superior denominada también actividad porque sigue siendo un conjunto de tareas o acciones. El desarrollo de una actividad económica implica integrar los tres elementos clásicos de la producción, naturaleza, trabajo y capital con vistas a satisfacer las necesidades de los consumidores. “La actividad económica genéricamente consiste en la asignación racional de recursos escasos para la satisfacción de necesidades múltiples, o, lo que es lo mismo, generar utilidad”[4]. A partir de este pensamiento Osorio, citando a Due[5], extiende el concepto de producción a toda actividad económica, abarcando tanto a la transformación como al intercambio “que tienen por objeto aumentar la capacidad de los bienes para satisfacer necesidades”.
1 Fines:
El consumo orientado a satisfacer las necesidades humanas es
el fin último que tiene la comunidad para subsistir. El bienestar general en una sociedad pasa por
entender como utilizar los recursos disponibles para el logro de utilidad económica en toda la
cadena comunitaria desde la producción, pasando por la
distribución, hasta el consumo.
El modelo de Economía descripto es de carácter general, a partir del mismo pueden desarrollarse otros para estudiar y comprender distintos fenómenos como por ejemplo el que nos preocupa en esta ponencia, el costo.
Hasta aquí he expuesto sobre el sujeto, el objeto y el objetivo de carácter económico, pero, leyendo atentamente la definición de Economía escogida vemos que el propósito de la ciencia es estudiar la manera en que se elige el empleo de recursos. Corresponde entonces preguntarse ¿Cuáles son las maneras de empleo de los recursos productivos escasos que pueden elegir las personas y la sociedad, con el propósito final de consumirlos?. Discurro que tres son las maneras posibles, existiendo dentro de cada una de ellas variedad de formas.
Una posible opción es utilizar los recursos disponibles para satisfacer las necesidades presentes de las personas, es decir, su consumo. En el diccionario puede leerse que consumo es “destruir, extinguir” y evidentemente los recursos destinados a satisfacer las necesidades propias de los seres humanos se extinguen como tales, se destruyen al cumplir con su cometido, tal el caso de los comestibles usados en la alimentación, o el de un leño al quemarse para calefacción.
Consumo es la extinción de recursos utilizados para satisfacer las necesidades propias de los agentes económicos.
En el consumo la “acción” llevada a cabo por un agente económico al utilizar sus recursos en la satisfacción de sus propias necesidades tiene por “efecto” la extinción de dichos recursos.
Otra alternativa es no emplearlos conservándolos para el futuro, hecho que representa en términos económicos un ahorro. Esto significa cercenar (disminuir) el uso de alguna parte de los recursos y, consecuentemente, reservar (conservar) dicha riqueza para utilizaciones futuras.
Ahorro es la reserva de recursos hecha por los agentes económicos privándose de su utilización en prevención de que ella sirva a su tiempo.
En el ahorro la “acción” de un agente económico está dada por la abstención en el empleo de recursos siendo su “efecto” la guarda de los mismos previendo la utilización a su debido tiempo.
Finalmente cuando no se consumen ni se conservan sino que se transforman o intercambian con el fin de mejorar cualitativa o cuantitativamente la posesión de recursos (riqueza), se está en presencia de una inversión. Habida cuenta que las personas para mejorar su bienestar se asocian con otras, integrando grupos que interactúan conformando una sociedad -estado, país, nación, u economía, son otras denominaciones-, es oportuno señalar que en una unidad macroeconómica solo habrá inversión cuando exista un crecimiento del capital de la comunidad, por ejemplo, la compra de un edificio hecha por un particular o de maquinarias por parte de una empresa, sí el vendedor es miembro de la misma economía no habrá inversión sino transferencia. A nivel microeconómico (organizaciones y personas) esto mismo es válido, solo habrá inversión cuando haya creación de capital real adicional para la unidad analizada. La inversión se relaciona con el conjunto de bienes de un agente, que los utiliza con fines de lucro, va de suyo que así es, ya que sí lo hiciera a título gratuito estaríamos en presencia de la satisfacción de una necesidad secundaria (intelectual), de un propósito altruista. La ganancia o provecho constituye un incremento de riqueza, es decir, se emplean recursos con el propósito de mantener los bienes poseídos más una mejora, o previendo obtener otro bien de más provecho, o se colocan para lograr un plus que se incorpora al capital.
Hemos visto precedentemente que el objetivo económico de los agentes se orienta en última instancia a la satisfacción de las necesidades humanas a través del consumo de bienes, desarrollando actividades con fines intermedios mediante los procesos de producción y distribución. Es decir, que cuando los agentes deciden invertir recursos tienen como propósito generar un provecho o un beneficio para ellos, que puede ser no monetario, previendo incrementar su riqueza conforme a su propia escala de valores, constituyendo un fin intermedio, una parte de la cadena económica integrada por las grandes etapas de producción, distribución y como fin último el consumo para satisfacer las necesidades humanas.
Inversión es el empleo de recursos de cualquier especie, incluyendo el dinero, por parte de los agentes económicos en procura de una ganancia o provecho.
En la inversión la “acción” es realizada por un agente económico quien emplea sus recursos con el deliberado propósito de lucro, provocando como “efecto” la modificación de su riqueza en menos debida a los recursos utilizados y en más por los incorporados, opera en definitiva una sustitución de bienes.
En el corriente decir el término costo denota “cantidad que se da o se paga por una cosa”, en tanto coste expresa el “gasto realizado para la obtención o adquisición de una cosa o servicio” [6].
Interpreto que en la expresión “cantidad que se da ...” se haya implícita la palabra cosa, siendo el término técnico adecuado recurso, por lo cual resultaría la frase completa «cantidad que se da de una cosa (recurso) ...». Cabe preguntarse ¿qué significa “...o se paga...”?. El diccionario refiere que pagar es “dar uno a otro, o satisfacer, lo que le debe”. Se ratifica la existencia de la entrega de una cosa, habida cuenta que el dinero constituye un recurso más. Se cierra la frase bajo análisis con “...por una cosa”, es decir, por un nuevo recurso.
En España y algunos países de habla hispana utilizan la expresión coste en idéntico sentido que nosotros usamos el término costo, no obstante el diccionario no los cita como sinónimos y considera al primero como “gasto realizado...”. Teniendo en consideración que gastar es ”emplear el dinero en una cosa” y gasto representa ”lo que se gasta” concluyo que coste y costo son expresiones con idéntico significado. Puede no obstante observarse que en costo el fin perseguido es de carácter general, ”por una cosa”, mientras que en coste se interpreta fielmente el objetivo económico de transformación e intercambio, ”para la obtención o adquisición de una cosa o servicio”.
En síntesis, el lenguaje común, el cotidiano, nos aporta como concepto el siguiente:
Costo es la cantidad de recursos que se dan o emplean para la obtención o adquisición de una cosa o servicio.
Ahora bien, aplicando los conceptos de modelo definidos para
0 existe un sujeto, las personas y la sociedad,
0 cuyos actos tienen por propósito la inversión,
0 de un objeto constituido por los recursos productivos escasos,
0 desarrollando una
actividad orientada a producir o adquirir
bienes y distribuirlos,
0 con el fin de incorporar nuevos recursos que racionalmente le darán beneficio.
El costo se erige como el concepto económico que manifiesta la modificación patrimonial de los agentes económicos cuando éstos, voluntariamente, deciden emplear sus recursos desarrollando una actividad apropiada para incorporar nuevos recursos que racionalmente le darán beneficio.
La empresa como grupo secundario dedicado a los negocios, al decir de Ricardo Solanas “desarrolla actividades económicas a partir de ciertos recursos (humanos, materiales, energéticos, financieros, informáticos, etc.) que aplica a procesos de producción de bienes y/o prestación de servicios, los que a su vez comercializa con vistas a satisfacer las necesidades de los consumidores” [7], por ende, siempre en sus actos económicos se encuentra presente el lucro, el provecho, y en consecuencia es el costo el concepto relacionado con la evolución de su patrimonio. No existe consumo todos sus actos son de inversión.
Es común considerar que la persona humana y la familia solamente emplean sus recursos en consumo. De acuerdo con el análisis efectuado en puntos anteriores esto no es así, pues cualquiera de los dos sujetos puede realizar inversiones. Por ejemplo, cuando incorporan al patrimonio un bien duradero como una heladera[8] entregan a cambio recursos (dinero o promesas de pago futuro) y en consecuencia existe costo, luego con el transcurso del tiempo van haciendo uso de dicho bien, lo consumen produciendo en los distintos intervalos temporales un gasto. . Es más, cuando adquieren bienes efímeros como v.g. alimentos, hacen primero un intercambio de recursos, modificando la calidad de sus patrimonios para el mejor aprovechamiento futuro y es el costo el concepto que refleja el efecto de ese acto económico, posteriormente al producirse el consumo nos encontramos con el gasto que manifiesta la desaparición de dichos bienes.
La asociación es un ente sin fin de lucro, esto en términos económicos significa que su propósito es atender determinadas necesidades de los integrantes de la comunidad que las crea, sin provecho propio. Al igual que las personas humanas y las familias sus actos están orientados al consumo, pero para lograr dicha meta es ineludible realizar inversiones que transforman la riqueza en forma apropiada para abastecer las necesidades que constituyen el objetivo principal, así en la adquisición de bienes o la contratación de servicios se emplean recursos que representan el costo para el logro de este objetivo parcial o intermedio. Un hospital comunal sin fines de lucro, por ejemplo, recibe una partida presupuestaria de dinero y con él debe comprar los elementos y contratar los servicios médicos profesionales necesarios para atender la salud de la población que es su fin principal; cuando adquiere o contrata es el costo el que expresa los movimientos patrimoniales emergentes, mientras que al atender los pacientes consume recursos y su riqueza se verá afectada por el gasto realizado.
El estado a través
de distintas instituciones y organismos gobierna a
1 Actos fuente del costo:
En el momento de dar, emplear, utilizar, colocar, en definitiva invertir cada recurso en los procesos de transformación o intercambio, se convierte la riqueza disponible en empleada, nace pues el costo, concepto económico éste representativo de la disminución del patrimonio del sujeto. Al mismo tiempo se incrementa el patrimonio con la incorporación del nuevo recurso que es un ingreso.
Un agente económico que decide realizar una inversión, ya sea para producir bienes o servicios, o de carácter comercial o financiera, emplea sus recursos en procura de un lucro, y se modifica su patrimonio saliendo del mismo una determinada cantidad de recursos, entrando a cambio aquellos otros nuevos que tenía como objetivo racionalmente incorporar.
Son los recursos invertidos el objeto material -o materia- del costo.
La decisión de un sujeto económico de invertir sus recursos desemboca en el desarrollo de una actividad orientada a producir o adquirir bienes y distribuirlos.
Producir significa transformar, fabricar, extraer u obtener un material, un producto o un servicio de cierta manera con determinados bienes, mediante la labor humana como elemento fundamental, y el auxilio del capital representado por las herramientas adecuadas y demás recursos estructurales que posibilitan cumplir con el fin propuesto.
Adquirir implica también emplear trabajo y capital para obtener un material, un producto o un servicio que otros han producido.
Distribuir los bienes producidos o adquiridos a través de su intercambio por otros bienes que representen un provecho o beneficio para el sujeto que decidió invertir, utilizando trabajo y capital, es la conclusión lógica del acto económico inicial.
De tal modo, la actividad manifestada a través del “conjunto de acciones y tareas de un sujeto económico” conlleva la existencia del costo que representa a la “cantidad de recursos productivos invertidos”.
La inversión llevada a cabo por un agente económico en el desarrollo de su actividad, transformando o intercambiando recursos productivos, tiene un fin deliberado, la incorporación de nuevos recursos que racionalmente le proporcionarán beneficio. El o los recursos incorporados constituyen el objeto que lo motivó para llevar adelante su propósito.
Las actividades de transformación o de intercambio se manifiestan como un proceso al que ingresan recursos, donde se realiza un conjunto de acciones, y se obtienen los recursos buscados. Oscar Osorio que prefiere denominar a los recursos “factores productivos” define como proceso productivo “al conjunto de acciones ejecutadas sobre determinados bienes para darles distinta utilidad a la que tenían antes del ejercicio de aquéllas...”, y designa “resultados productivos” a lo que llamé recursos buscados.
Lo antedicho nos alerta que tanto la transformación como el intercambio se descomponen en una serie de acciones depositarias de recursos y, por lo tanto, cada una de ellas tiene su objeto de costo. Es decir, cada aplicación de recursos tiene siempre por objeto un fin concreto que la justifica. Así, una empresa industrial tendrá por objeto de costo «producir determinados artículos» y para lograrlo realizará una actividad transformadora de recursos, siendo muy probable que se desarrolle a través de varios procesos intermedios que tendrán objetos de costo propios. Esa misma empresa en algún momento decidirá comercializar los productos elaborados, desplegando entonces una actividad de intercambio de estos bienes por dinero, siendo este el objeto de costo, existiendo la posibilidad de ejecutarse por medio de acciones intermedias con particulares objetos de costo. Quizás nuestra hipotética empresa requiera usar dinero de terceros a cambio de interés, presentándose entonces nuevos objetos de costo...
Luego del análisis efectuado defino al fenómeno económico relacionado con la evolución del patrimonio de un agente, del siguiente modo:
Costo son los recursos productivos empleados por parte de un agente económico en el desarrollo de su actividad, con el fin de incorporar nuevos recursos que racionalmente le proporcionarán beneficio.
La esencia del costo es dar, emplear, colocar, bienes o servicios, que técnicamente denominamos recursos, constituyendo cada uno en sí mismo, un costo.
Es el costo el concepto que materializa los recursos empleados a efectos de su conocimiento en particular y en general para informar sobre la evolución de la riqueza.
Hay costo desde el momento en que se desprende del patrimonio el recurso o también cuando se origina la obligación irreversible de entrega y en tanto se haya recibido a cambio el nuevo recurso o el compromiso formal de su entrega.
El objeto del costo, caracterizado como la riqueza buscada, es la causa por la cual el agente económico invierte sus recursos productivos. El costo existe porque hay un objeto que lo justifica.
De la gran cantidad de sinónimos que tiene el verbo “gastar” son dos, consumir y destruir, los que definen cabalmente su significado. Habida cuenta de ello, relaciono consumo con gasto.
Con el consumo desaparecen los recursos afectados a la satisfacción de necesidades propias, los cuales se destruyen -se extinguen- como tales, por consiguiente, el término gasto que denota "lo que se ha gastado o se gasta” expresa fielmente el concepto representativo de la disminución de riqueza operada en el patrimonio del agente económico.
Gasto es el empleo de recursos por parte de un agente económico para satisfacer necesidades propias.
Una connotación muy común en el corriente decir vincula al verbo “gastar” y al término “gasto” con el “empleo de dinero en una cosa”, verbigracia: ¿cuánto gastaste?. Va en ello una referencia directa a cuánto dinero se utiliza, o bien, consume. El dinero constituye un recurso más del agente económico.
El objeto del gasto es la satisfacción de necesidades, mientras que, el objeto del costo es la incorporación de nuevos recursos que racionalmente proporcionaran beneficio.
El término “costo” lingüísticamente se relaciona con el verbo “costar” que significa “ser comprada o adquirida una cosa por determinado precio”, verbigracia: ¿cuánto cuesta?. Hay una referencia a qué cantidad de dinero o recursos productivos deberán emplearse para obtener -producir o comprar- un bien o servicio, representando ello un acto de inversión.
Esta distinción entre “costo” y “gasto” ha sido ignorada o considerada banal por la doctrina contable -no así por los especialistas en costos- hasta el punto de creer que «gasto» es el consumo modificatorio del patrimonio en un período contable, mientras que «costo» es el consumo que previamente ha sido activado, prueba de esto son las Normas obligatorias que en materia de exposición así lo establecen. Con rigor subjetivo fundamentado en las expuestas consideraciones, pienso que debe citarse como costo no solo el de las “mercaderías y servicios vendidos” sino también el “comercial”, el “administrativo” y el “financiero”.
A modo de síntesis presento la concatenación unívoca de las maneras de emplear los recursos escasos por parte de los agentes económicos y los conceptos relacionados con la evolución de la riqueza, como asimismo la disminución patrimonial no previsible:
No es un simple problema semántico que se soluciona remplazando la palabra gasto por costo, sino que se trata de una cuestión conceptual estrechamente vinculada y coincidente con el corriente decir.
Cada recurso utilizado es, en sí mismo, un costo emergente de un acto económico de inversión que tiene un objeto definido, el de incorporar otros recursos al patrimonio. Dicha riqueza ingresada constituye el objeto del costo, el motivo perfectamente identificado por el cual deliberadamente un ente decide invertir sus recursos productivos.
Para satisfacer un objeto de costo comúnmente se requieren aplicar más de un recurso, conformándose así un conjunto de costos que denominamos costo total.
Costo Total es el conjunto de costos aplicables a un objeto identificado por el cual deliberadamente un ente decide invertir sus recursos productivos.
Todo costo total puede integrarse -o descomponerse- con costos totales que tengan objetos de nivel inferior a él, es decir, existen costos parciales representativos de fines intermedios que se erigen por sí solos en un costo total.
La expresión costo total es en sí abstracta, debe acompañarse explícita o implícitamente (cuando el interlocutor o lector sabe, sin decirse, de que se trata) con el adjetivo que identifique el fin dado y acotarse, expresamente o no, a un lapso de tiempo. Por ejemplo, costo comercial del ejercicio alude a los recursos empleados en la función comercial durante el ejercicio económico en curso; costo administrativo mensual, costo de mantenimiento fabril en enero, etc. Al mismo tiempo, el término “total” se omite por cuanto la adjetivación está indicando que incluye a todo tipo de costo.
Las expresiones costo total, costo global y costo integral [9], lingüísticamente son sinónimas, representan un mismo significado aunque personalmente prefiero utilizar la primera pues es la empleada generalmente en los análisis económicos.
Hay un concepto económico muy arraigado que identifica al costo total con el monto monetario global, a mi juicio equivocado, pues ignora que la esencia es el intercambio o transformación de recursos y confunde en consecuencia el contenido con la expresión contable que hace posible la medición homogénea. El dinero es un recurso más, facultad ésta que facilita el trueque, pero también constituye el común denominador para expresar homogéneamente a los recursos involucrados en las transacciones.
Los estados contables, informes que toda organización está obligada a presentar para comunicar a terceros ajenos al ente sobre su situación patrimonial y evolución económica financiera en un ciclo contable (ejercicio) o en períodos intermedios, expresan los costos totales como un monto monetario que posibilita arribar a la determinación de un beneficio dinerario. Esto no significa que el costo sea un monto monetario, sino que dicho importe constituye el valor dinerario de una entidad llamada “costo”.
En círculos académicos bajo la denominación “relatividad del costo” se encuentra muy arraigada la creencia respecto a que no existe una acepción única del costo, por el contrario habrá tantas como fines perseguidos, de tal forma se dice que si bien el costo es un sacrificio económico habrá una cantidad de conceptos como empresas haya. No creo que esta afirmación sea cierta, se confunde el “concepto de costo” con la “determinación del costo total”.
El concepto de costo es univoco siendo
estudiado por
Furlan y Provenzali expresan que “...cada empresa individual tiene su propio concepto de costo y anota, determina, agrupa, clasifica y analiza los costos sobre la base de su particular organización técnica y administrativa, reflejo directo de la naturaleza de la producción y de las dimensiones de la empresa, teniendo en cuenta, sobre todo, los objetivos que se persiguen a través de la utilización de los datos de costo”[11]
En el párrafo bibliográfico trascripto veo el error incurrido -confusión entre concepto y determinación- entendiendo que la correcta redacción sería «...cada empresa individual tiene su propia determinación del costo y anota, agrupa, clasifica y analiza los costos sobre ...». Determinar el costo es encontrar el costo total –recursos empleados, unidades físicas y su valuación-, consecuentemente habrá un costo total para cada objeto de costo total.
He ahí entonces, la
relatividad del costo total pues cada agente económico
tendrá, por ejemplo, su propio costo de producción en
términos de costo total, pero no un concepto diferente del costo.
COMPONENTES DEL COSTO
Costo son los recursos productivos empleados que intrínsecamente se integran con dos componentes, uno físico -porción de factor que ha sido utilizado- representado por la cantidad de unidades constituyentes y otro monetario -indicativo del valor económico- configurado por la valorización dineraria de las mismas.
Habida cuenta que “componer” significa “formar de
varias cosas una, juntándolas y colocándolas con cierto modo y
orden”[12],
cada recurso productivo está
formado por dos elementos: el componente físico que es el objeto,
una “cosa efectiva” existente por sí misma, y el componente monetario que es el valor,
una “cosa abstracta” surgida de la significación dada al objeto por los agentes
económicos. La reunión de ambas “cosas”, efectiva y
abstracta, componen el costo. En
cuanto al “modo de la composición” existe una
correspondencia entre objeto y valor que no es inmutable puede variar
de acuerdo a determinadas circunstancias. En materia de “orden” es
obvio que sin el objeto carece de
sentido el valor.
Oscar Osorio destaca que, “tal como dicen Spranzi y Schmalenbach: En la teoría de los costos de producción el costo puede definirse como la entidad resultante del producto de una cantidad física de empleo de un factor por un precio típicamente negociado.” Luego agrega “de donde se deduce que todo costo tiene dos componentes: un componente físico, concreto o real que corresponde a la porción de factor que ha sido utilizado y que es perfectamente reconocible y medible y otro componente que es el precio de ese factor, o lo que es lo mismo la valuación que hemos efectuado de cada unidad de él.”[13]
Si bien existen distintas teorías respecto al concepto del costo, en general se entiende y acepta la presencia del componente físico. No ocurre lo propio con el componente monetario, hay quienes interpretan que la valuación dineraria es más una necesidad contable que una expresión del valor económico, no comparto esta posición, creo que la valuación monetaria es la que posibilita la valoración de la utilidad de los bienes aplicando una medida de aceptación universal más allá de la limitada mensura "mayor, igual o menor que ....”. Así como el objeto se cuantifica por medio de unidades físicas concretas, con el valor se hace lo propio mediante unidades monetarias definidas.
El componente físico del costo es la porción de recurso empleada expresada en unidades físicas concretas.
El componente monetario del costo es el valor económico medido en unidades monetarias.
Todo recurso, por lo
tanto, es cuantificable en unidades físicas concretas que a su vez se
traducen en unidades monetarias equivalentes.
El concepto de costo es propio de
En el enfoque estructuralista hecho por De Castro y Lesa puede leerse “El proceso productivo de que se vale una unidad productora resume, finalmente, una serie de relaciones estables que expresan la forma por la cual se articulan factores e insumos en la producción de determinados bienes o servicios. Denominemos «función de producción» a la síntesis matemática de estas relaciones; ella indica, en último análisis, la relación funcional existente entre la cantidad de producto obtenido y las cantidades de los diversos elementos necesarios para su obtención.”[14]
La bibliografía señalada deja en claro la existencia por si mismas de relaciones técnicas que vinculan insumos con bienes producidos, las cuales permiten construir para análisis económicos la función de producción. “Todos los modos posibles de obtener cierto producto son las soluciones técnicas correspondientes a un nivel dado de producción”[15]
Relaciones técnicas son las especificaciones dadas por especialistas, ingenieros, químicos, etc., que manifiestan los insumos requeridos para la obtención de determinados bienes a partir de una tecnología dada.
Llamemos a las cosas por su nombre, al costo costo y a las relaciones técnicas relaciones técnicas.
El inicio del estudio científico de costos data de 1494 cuando Lucas Pacioli publica inserto en un tratado de matemáticas el capítulo XI con los rudimentos de la técnica contable a través de la registración por Partida Doble. Desde entonces se entendió que «a todo ingreso debe retraérsele los costos y gastos que demande su obtención para conocer la ganancia o pérdida habida»[16]. La respuesta a ¿cuál es el costo? se elaboró en función de la necesidad informativa de comerciantes y banqueros, desembocando lógicamente en definirlo como el dinero invertido oportunamente, es decir, el precio pagado.
El precio pagado por un bien
constituye su costo, y a esto en
algún momento de la historia contable se lo denominó valor histórico o valor de costo que llevó a la
conocida valuación al costo
con sus posteriores interpretaciones.
Sustentan en la actualidad esta posición quienes consideran a
En esta definición existen dos sujetos, el comprador “que acepta soportar un sacrificio económico para disponer de un bien” y el vendedor que renuncia al usufructo del mismo recibiendo en pago dicho sacrificio económico, de este modo, el concepto del costo queda circunscrito al intercambio, omitiéndose la transformación de bienes. Indudablemente hay detrás un objetivo definido, el de informar a través de los Estados Contables -más precisamente mediante el Estado de Resultados- a terceros ajenos al ente.
El costo de adquisición es el dinero empleado, considerando a éste como un recurso productivo disponible, que nominalmente coincide con el valor pecuniario -precio- aceptado por el vendedor para el bien objeto del costo para el comprador.
Con las ideas propias de
El pensamiento clásico mantiene su vigencia entendiendo la doctrina en general que “costo es el sacrificio económico -o esfuerzo como sostienen algunos autores- destinado a lograr un fin determinado”.
Los principios económicos con el devenir de los años han sido actualizados y modificados en un proceso de adecuación a circunstancias presentes. ¿No corresponde hacer lo propio con el concepto del costo?. Creo firmemente que si.
Considero que la idea de sufrimiento ha sido superada. El costo no es un fenómeno macroeconómico abordable por ende desde el punto de vista de un país como un todo, hay que asumir, sin duda, el enfoque microeconómico para entenderlo como una consecuencia deliberada propia de un sujeto económico.
El costo surge de la voluntad de un sujeto -más precisamente de un acto económico- quien decide emplear -invertir- sus recursos productivos en procura de bienestar, es decir, para obtener nuevos recursos que racionalmente le proporcionarán un beneficio. Entonces, mal puede hablarse de sufrimiento cuando está presente la voluntad y el bienestar individual.
Caracterizar el costo por el valor del trabajo es hablar de sacrificio y de esfuerzo desde un enfoque económico macro, desde el punto de vista de la sociedad como una entidad, la realidad contemporánea nos indica que debemos poner nuestra mirada en la individualidad de los agentes, personas, empresas, entes sin fines de lucro, Estado, quienes se desprenden voluntariamente de bienes en procura de otros que le brinden un mayor beneficio.
Los sujetos invierten sus recursos productivos buscando una ganancia o provecho.
El término sacrificio es interpretado por algunos autores como la privación de uso de los bienes que se entregan para el logro de un fin determinado. Esto es obvio pues los bienes solo pueden satisfacer un único propósito. En realidad la palabra sacrificio denota más una “privación no deseada” que un empleo voluntario de recursos.
Esfuerzo, en una de sus connotaciones, expresa que es el “empleo de elementos costosos en la consecución de algún fin”. Ahora bien, de la mayoría de las definiciones doctrinarias podemos sintetizar que costo es el esfuerzo destinado a lograr un objetivo determinado, por lo cual, comparando las frases subrayadas se comprueba que existe redundancia y para evitarla tendríamos: Costo = Esfuerzo; y consecuentemente, bastaría decir que costo es un esfuerzo por parte de un agente económico en el desarrollo de su actividad. Es evidente que ambos términos no son sinónimos y que la definición se torna muy escueta obligando al lector a conocer la connotación aludida que no es muy difundida. Además, sí empleáramos la palabra esfuerzo no especificaríamos qué elemento costoso se emplea: un recurso productivo. Las expresiones “algún fin” y “objetivo determinado” resultan ambiguas ajustándose a la realidad precisar que el objeto es obtener otros recursos. He aquí entonces, la conveniencia de utilizar el significado del término esfuerzo, en reemplazo de él mismo: “costo es el empleo de un recurso productivo con el fin de incorporar nuevos recursos”.
Para que exista costo debe haber un sujeto consciente del fin y que lo realiza ejerciendo su actividad y no en circunstancias fortuitas, no deliberadas.
La obra fundamental de Carl Menger aparece en 1871, catedrático de Viena considerado como el fundador de la “Escuela psicológica austriaca”. “Según Menger, como todos los fenómenos económicos son fundamentalmente fenómenos humanos, es preciso buscar el principio que los explica en la psicología. A esta incumbe, sobre todo, describir el mecanismo por el que se determina el valor de las mercancías, indicar lo que hay de permanente en estos fenómenos y , por tanto, facilitar la formulación de verdaderas leyes científicas.”[18]
Si no existiera el ser humano, indudablemente, no habría
fenómenos económicos, es más no existiría
La escuela sicológica austriaca subjetiviza los costos objetivos supeditándolos a la valoración que hace el sujeto. Esta posición tiene una gran cantidad de adeptos, reflejada en la siguiente definición: “El costo de una determinada operación es, para el sujeto económico que la realiza, el valor que éste atribuye a los recursos económicos empleados” [19]. De donde costo es igual a valor.
Pienso que la existencia del costo obedece a un acto explícito del sujeto que decide invertir sus recursos, consciente de que la utilidad de los mismos es inferior a los bienes incorporados consecuentemente a su patrimonio, es decir, el costo son los recursos productivos empleados que por su carácter de económicos están integrados por un componente físico (porción de recurso) y otro componente monetario (valor económico medido en unidades dinerarias). Supongamos que le preguntamos a un individuo ¿cuánto te costó esa sopa de verduras?, su respuesta entre otras puede ser –me costó tres manzanas que le di a un compañero de trabajo por ella; es evidente que dicho individuo valoró, en el momento de tomar la decisión de cambio, en un grado superior la sopa que las manzanas, pero su costo son las tres manzanas, totalmente objetivo.
Es oportuno hacer notar la diferencia habida entre “valor económico” y “valuación contable” fundamentalmente debido a la confusión conceptual entre valor, precio y costo.
La utilidad es el “provecho, conveniencia, interés o fruto que se saca de una cosa”[20] y valor es el “grado de utilidad”; por ende la medida de la utilidad es el valor. A los bienes que le presten utilidad, un sujeto económico les dará valor, resultando consecuente que cada uno tendrá una mayor, menor o igual utilidad que otras cosas. Esta medida básica ha llevado a la aparición del dinero como elemento de aceptación universal que permite compatibilizar las escalas de valores de distintos agentes facilitando el intercambio mediante un precio. El precio es el “valor pecuniario en que se estima una cosa”.
Determinar el costo es la acción administrativa que precisa tanto a los recursos empleados con el fin de incorporar nuevos recursos que racionalmente proporcionarán beneficio, como así también a estos últimos, designándolos ciertamente y valorizándolos monetariamente.
En la determinación del costo se verifican dos acciones independientes y relacionadas: la identificación y la valuación, presentes en el siguiente esquema.
ACCIONES INTRINSECAS EN
NOMBRAR LOS RECURSOS INVOLUCRADOS
IDENTIFICACION
CUANTIFICAR LAS UNIDADES FISICAS
VALUAR, ADJUDICANDO PRECIOS
VALUACION
CALCULAR EL VALOR MONETARIO
La “identificación” consiste en explicitar la riqueza incorporada y consecuentemente capturar los recursos empleados en el acto económico definidos como costos, distinguiéndolos por sus nombres y la cantidad de unidades físicas comprendidas. Complementariamente mediante la “valuación” se asignan los precios unitarios a los recursos invertidos, para calcular, multiplicándolos por las unidades, el valor monetario del costo.
Valor es la cualidad asignada por los sujetos económicos a los bienes. Valuación es la acción ejecutada por especialistas para determinar en términos monetarios el valor asignado a los bienes.
“En la moderna teoría económica el costo significa desplazamiento de alternativas. El costo de una cosa es aquella otra que casi fue elegida en su lugar. Si se elige una cosa, su costo esta representado por lo que ha sido sacrificado o desplazado para obtenerla”. Así se expresa S. Alatriste quien afirma que a este concepto “se le ha asignado las denominaciones de costos de sustitución, costos alternativos y costos diferenciales; todos ellos tienen la misma implicación aunque se les den diversos matices. Los términos más comúnmente usados son los de costos de desplazamiento, costos de sustitución y costos de oportunidad.”[21]
El costo nace como consecuencia de un acto económico exteriorizado por un sujeto, quien realiza un análisis de las alternativas y luego ejecuta la que le pareció mas provechosa.
Reitero mi posición respecto a que el costo no es ni un sacrificio ni un esfuerzo, “hay que asumir, sin duda, el enfoque microeconómico para entenderlo como una consecuencia deliberada propia de un sujeto económico”, surge de la voluntad concreta de invertir recursos. De tal forma, mientras no haya empleo de recursos no hay costo. A posteriori habrá una evaluación de las alternativas desechadas para determinar la existencia de un lucro cesante, es decir, un mayor beneficio que el obtenido. Hay quienes achacan como mala gestión cuando hay lucro cesante, a mi juicio ello es válido sí retrotrayéndose al momento de invertir había una mejor alternativa, luego de ocurrido es fácil decir dado que se conocen todas las circunstancias acaecidas, pero, lo que importa es saber sí los hechos modificantes de los resultados había forma de preverlos.
El lucro
cesante por oportunidades desechadas, mal llamado costo de oportunidad, no es reconocido por
Comparto la opinión de considerar al “lucro cesante” como una herramienta para el control de gestión, por ejemplo, el caso de un vendedor que por llegar tarde a la casa de un cliente resigna la operación a favor de un competidor.
Algunos autores creen en la existencia de un “costo
económico” y otro “costo contable” distinguiendo para
este último una acepción mas restringida que para el primero.
Sostienen que en
A mi juicio, aún aceptando como costo los
“implícitos” no se justifica dar identidad conceptual al
costo elaborado por
Orienta mi pensamiento lo escrito por Oscar Osorio “Por lo tanto, considerar que pueden existir tres distintos costos (contable, económico y técnico) para un mismo hecho, acto o resultado, según sea el objetivo perseguido, carece de sustento, dado que el costo no es más que un concepto propio de la ciencia económica que la contabilidad debe interpretar, medir y reflejar dentro de un sistema de información único para cumplir simultáneamente tres objetivos: valuar o cuantificar resultados de hechos o acciones, controlar la eficiencia de la gestión y fundamentalmente tomar decisiones orientadas al futuro.”[22]
Parte de la doctrina preconiza el reconocimiento contable de un
interés por el uso del capital
propio, a partir de la tesis presentada por el profesor Anthony de
Continúa el párrafo “pero el concepto contable de interés difiere de esa
definición económica en dos aspectos fundamentales: a) sólo se refiere al costo del
pasivo, o capital obtenido en préstamo; los contadores no computan el
costo del capital provisto por los empresarios”; como no comparto
esta posición carece de sentido transcribir b) donde habla de la
imputación del mismo. Creo desafortunado "exponer la tesis de que la contabilidad debería adoptar el
concepto económico de interés, es decir, que el cómputo
del costo del capital de los empresarios debería formar parte de los
procedimientos contables normales” porque no existe tal
interés y, además, ha dado lugar a que muchos pensaran como
él que “el concepto contable
de interés difiere de la definición económica” suponiendo
de ese modo un resultado económico y otro distinto contable.
He venido sosteniendo que
Por lo expuesto concluyo que los costos son siempre explícitos.
[7] Administración de Organizaciones. Ricardo F. Solanas. Pág 6. Ediciones Interoceánicas S.A. Buenos Aires 1993.
[8] Heladera = nevera. Armario para refrigeración de alimentos y bebidas.
[9] El término “costo integral” tiene un significado técnico, dado por parte de la doctrina, que no es oportuno tratar aquí.
[10] El concepto del
término costo. Arnold R. Simoni. Contabilidad y Administración
N° 81 T° XIV. Editorial Cangallo, Buenos Aires 1984.
[11] Contabilidad de costos e informaciones extracontables. Furlan, Santino y Provenzali, Piero. Pág. 55. Ediciones Deusto, 2da. Edición, Bilbao, España, 1977.
[13] Ídem 4 Pág. 204.
[14] Introducción a
[15] Principios de Economía. Gary D. Brown. Pág. 143. Editorial El Ateneo, Buenos Aires 1977.
[16] El concepto señalado tiene plena vigencia para quienes no son especialistas en costos, no obstante es oportuno señalar que conforme a la temática desarrollada en lugar de “costos y gastos” debiera simplemente citarse “costos”.
[17] Teoría de
[18] Historia del pensamiento económico. Emile James. Pág. 195. Aguilar, Madrid 1967.
[19] Diccionario de la
economía política. Claudio Napoleoni. Pág. 369. Ed. Castilla, Madrid 1962.
[20] Diccionario de
[21] Técnica de los Costos. Sealtiel Alatriste. Pág. 2 y 4. Trigésima sexta edición. Editorial Porrúa, México 1990.
[22] Ídem 4 Pág. 198.
[23] Contabilización del interés del capital propio. Robert N. Anthony. Administración de Empresas, tomo VI pág. 481. Ediciones de Contabilidad Moderna, 1975.
Anales de los Congresos del Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos. Años 1998 hasta 2002.
Junio de
2003